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EVOCACIÓN MAGISTERIAL
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
En
la mediocridad que rueda como maligna savia
Las
aulas recorre mi pesar derramado en lágrimas.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
Dónde
aquellas aulas de mi adoración.
Dónde
aquél sistema didáctico disciplinado
Como
flor sublime guiaba mi educación.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
Dónde
caído ha columna vertebral de mi nación.
“Moral
y luces son nuestras primeras necesidades”
De
lo pronunciado y bello del Libertador.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
De
tus aulas perdidas majestad del educador.
Del
respeto extraviado al sistema es un castigo
Y
cual veneno recorre las bases de mi nación.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
Dónde
aquellos valores tan preciados de formación
Que
al educando guiaba cómo embebido
Tras
la savia luz del profesor su erudición.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?,
Por
tus leyes desvirtuada la educación
Que
al educando amparando en demasía es un castigo,
Y
en su desmedro socava toda buena instrucción.
¿Dónde
estás mi Venezuela, no te concibo?
Dónde
la integración de hogar, autoridad e institución.
Dónde
la rectitud; disciplina de aquél insigne pupilo
Que
no atentaba la majestad de su instructor.
Dónde
aquel silencio de la cátedra al dictar
De
aquel preclaro maestro. De su ilustre magisterio
Nada
ni nadie impedía su lección desarrollar.
Solo
el trino de las aves orlaba la dicción de su misterio.
¿Dónde
está mi Venezuela, tu magisterio perdido?
La
medianía se cuela con “maestros educados”.
En
las aulas de mí patria el erudito eminente rendido
Observa
cómo se pierde tiempo y trabajo sin tino.
¿Dónde
está mi Venezuela la función de la primaria?
¿Por
qué llegan los alumnos sin lectura ni escritura?,
Con
sus cerebros vacíos a la instrucción secundaria
Y
a trancazos los llevamos al aula universitaria.
¿Dónde
está mi Venezuela?, no te concibo…
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