Concédele a mis besos la licencia
Y el retozo de mis labios
Por las pampas de tu vientre.
Déjale al ‘pecado’ de tu cuerpo
Que mi talle se le acople
Suavemente y con delicia.
Consiéntele a mis ojos explorar
El vaivén que se produce
En las olas de tu cuerpo.
Déjale a mis oídos el disfrute
Del siseo que produce
Todo tu cuerpo de sierpe.
Hinca tu cuerpo en el tálamo
Para saciar de tus copas
Esta sed de fuego ardiente.
No le niegues a mis dedos
Recorrer entre estertores
Todo tu cuerpo de venus.
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