sábado, 5 de marzo de 2016

CON EL SUDOR DE TU FRENTE




Una vez me dijo Dios cuando más sólo yo estaba
Sentado sobre mi cama a la luz del nuevo día:


“Hijo mío, has sufrido demasiado.  
Tus penas se multiplican y el fruto de tu trabajo
No compensa tu labor”.

“Persevera con tu empeño y continúa luchando.
No importando cuanto tardes en lograr lo convenido,
Que con tu mente pactaste un buen día en tu destino”.

“Pues de todos es sabido yo no te sirvo de nada
Ya que en las cosas mundanas y materiales de la vida
No interviene lo divino”.

“O, para mejor decirte, ¡no inmiscuyas a tu dios!
No te olvides que en la cruz hasta mi hijo sufrió
Los rigores del calvario pidiendo y rogando en vano
Cuando fariseos clavaron su cuerpo sobre la cruz”.

“Reconozco, ¡Soy tu padre! Soy la fe de tu labor;
Pero en la faena diaria nunca interviene el Creador”.
Sólo la fe que ¡tú!, pongas,  abnegación y valor,
Recompensará tu esfuerzo de tu mundana labor”.

Mantén esto muy presente aunque te cause dolor.
Sólo el pan ¡tú!, ganarás con el sudor de tu frente”.


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BODAS DE ORO

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Soy de ti, tú eres de mí así