Esta luz que me seduce…
Son mis ojos aclarando lo invisible.
Como las alas del ave
Pero sintiendo su aliento
Cuando se remonta al vuelo.
Así; la lumbre intuye mi presencia.
Y mis ojos atesoran sus partículas
En la definición sublime
Del matizado aleteo.
Y el gorjeo serpentino
Rasgando el inmenso cielo.
Este sonido que escucho,
Y este reflejo que veo…
Cuando la luz pasando se extinga
Y el viento agostado ceda.
Se empañarán mis cristales
Como el ave en el vacío en barrena cae.
Serán mis días finales
Los que estaré presintiendo.
Y transfigurado, transparente,
Volando, sin calor ni frío,
Con mi alma al descubierto;
Henderé el inmenso éter.
Así dejaré este suelo como el pasajero
vuelo.
Sin saber adónde irá
El efluvio desprendido
Del despojo de mi cuerpo.
Eliéser Wilian Ojeda Montiel
Derechos reservados
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