The Twilight Saga: Eclipse
Un bosque mágico aturde mis
pupilas; su follaje asoma a la mañana,
llora el rocío de la noche.
Su extraña
floración custodia un presunto acceso en la espesura sempiterna de una edad
primaveral de nigromancia cosmogónica.
Trémula
expectación exótica cabalga mi atención. Un haz de rayos aurorales de tamizada
luz columbra una vereda imaginaria.
Pregones de
gorjeos extraños, ruidos simbólicos reprueban con sus trinos el umbral del
santuario natural indemne.
Un hado
benevolente a mi conciencia, apremia a la violación del virginal santuario al
amparo de misteriosos elfos y duendecillos ostentosos.
Un sortilegio de frondosidad enigmática
extiende sus brazos encantados al visitante inofensivo, lo embarga una emoción
desconfiada por la bruma.
Alardea valentía, aprensión ante la presencia
de un hada de castillos sobrepuestos entre calinas de un tiempo antediluviano: Artemis le
vigila.
Eliéser Wilian Ojeda Montiel
Derechos reservados
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