martes, 15 de septiembre de 2015

LA FLOR DE COLERIDGE (Terceto entre Coleridge, Borges y yo como homenaje a la Literatura)

significadodelasrosas.com




(…) en el orden de la literatura,
como en los otros,
 no hay acto que no sea coronación de una
infinita serie de causas y
manantial de una infinita
serie de efectos

(Jorge Luis Borges)





Yo soy «el hombre que en sueños


Atravesando El Paraíso

Imaginara Coleridge alguna vez«

Recibiera en prueba de haber estado allí


Una flor que al despertar
Encontraría en una de mis manos».
Una flor, y sobre todo una rosa roja
La más proclive a la pasión

Debió ser aquella naturaleza muerta
Prístina fragancia
De suaves, perfumados pétalos
Cual sutiles delicados dedos de mi amante

Intuición, despertar;
Aromas edénicos de letanía.
Quizá como dijera Borges
En La Flor de Coleridge:

«Detrás de la invención de Coleridge
Está la general y antigua invención
De las generaciones de amantes
Que pidieron como prenda una flor».

Toc, toc, toc… Un pórtico abre sus alas,
Un rostro cariñoso y perfumado
Asoma con tez risueña enamorada
De cara a una luna en época de Adán.

«Acá está tu Adán de regreso del vergel
Que en una noche de profundo sueño,
Como prueba de mi estadía en el Edén;»
Dios me obsequiara una rosa roja para ti.
       
Hela aquí amada mía la prenda
De mi amor por ti.
Luego de leer al egregio Borges,
De su notable heurística sobre Coleridge;

No dudé, en profundo sueño,
Visitar el incitado paraíso
Cual vergel de Eva
Vagando en su virginal desnudez.



Derechos reservados

       "No sé qué opinarán mis lectores de esa imaginación;
       Yo la juzgo perfecta.
       Usarla como base de otras invenciones felices,
       Parece previamente imposible;
       Tiene la integridad y la unidad de un terminus ad quem []”. (1)

         (1) Borges, J, L. (2005). Obras completas I, p. 639. 
          Barcelona, Coleccionables, S.A                                     


  Yo, siguiendo el consejo del egregio Borges
  Como sempiterno admirador del ríoplatense 
  e ideas de Valéry, de su obra, 
  personalidad y estilo; de sus mundos ficcionales
  asumo parte de su pensamiento como de Coleridge.
  Así, me uno a "la Historia del Espíritu como productor
  o consumidor de la literatura". (Ibid)

Yo  

Derechos reservados





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Soy de ti, tú eres de mí así