Allá va el tiempo tras la eternidad
En lo que mas le atañe
Con la premura desplumada.
Mientras aquella recicla su inexorable,
Juvenil arcaísmo; claudica aquel
En su listín de trivialidades.
El tiempo tiene giros imprevistos;
Pero la eternidad no extravía su domicilio
De pornográfica infinitud.
La eternidad es una faz sin dios;
Mas el tiempo tiene los rostros de los seres
Que lo habitan In memoriam.
El tiempo se nutre inmortalmente
En el origen de seres y elementos;
Pero para la eternidad
La materia es una casualidad en su camino.
A la eternidad no la dagnifica la entropía
De un presuroso tiempo
Que se detiene frente a lo fulminante.
El tiempo suspira en los delirios recurrentes
De la vida finita;
Pero a la eternidad no le afecta la vida efímera.
Cuando la eternidad sucumba
Llegaremos a la nada,
Inclusive la nada es eterna;
Es decir,
El tiempo es una mera casualidad
Dentro de aquella.
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