En el regodeo de la tarde
Quejumbrosas se solazan
Las paredes
La brisa con su lengua de algodón
Lame los recuerdos
De un presente arcaico
La tarde Muestra su alba dentadura
mastica presurosa
El viento vespertino de los días
Yo recojo las migajas
Como brizna evanescente
Entre manos trémulas
Veo el tiempo de otros seres,
Transido frente a mí
Ante la inasible eternidad
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