El escrito de este preámbulo debió corresponder a otro y no a mí. Estaba reservado para
alguien muy especial, para otro poeta quien con su extrovertida vida fue todo un poema para quienes le conocieron, pues era un buen amante de la lírica y su vida no pasó desapercibida.
alguien muy especial, para otro poeta quien con su extrovertida vida fue todo un poema para quienes le conocieron, pues era un buen amante de la lírica y su vida no pasó desapercibida.
Siendo mi hermano menor se convirtió, para mí, en ejemplo, en referencia obligada para mis propósitos y a quien siempre le adjudiqué la mayoría de edad respecto de mi persona: a veces la naturaleza se equivoca.
Así, que, este prólogo es mi mejor homenaje, ofrenda póstuma de lo que yo no pude expresar ante su tumba; pero que ahora, vuelto a la realidad, dejo manifestado mi sentimiento de amor y gratitud para un hermano, para mi gran hermano, para Jairo R Ojeda M., quien fuera algo singular para mí. Estas son mis palabras acompañadas con este breve poema como epitafio para su noble alma:
Eras un ser romántico, excéntrico y sorpresivo
como sorpresiva fue tu partida,
que en tu exquisita y sabia madurez
la vida te sonreía.
Se fue tu alma, y, con ella, toda tu alegría;
y sin embrago, aunque dejaras un vacío,
tus actos transmitieron una sensación de plenitud.
En tu otredad;
tu expresión poética se hizo sentir.
Y tu alteridad formó, en la tarde de la sierra andina,
una reducida y áurea luz
como alegre despedida de tu etéreo vuelo.
Eliéser Wilian Ojeda Montiel
Derechos reservados
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Hermoso padre, como todo lo que escribes :) eres mi inspiración TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminarGracias bebé. Me agrada que te haya gustado y que no pierdas el interés por la literatura.
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