Tu maltrato es un 'Do' sostenido
de dolores agudos.
recibes, no obstante,
toda mi frigidez;
favores de irisados
magullones
agreden mi conciencia
clandestina.
Mi alcoba como cárcel
de máxima
seguridad, es tu poder de Alcaide
en los momento de mi
desteñido tiempo.
Mis sueños cercan el
posible escape
de una realidad
urdida en la otredad,
y mi maltratado ego
no alcanza
sobreponerse a mi
fatigado ser
de tu yo supremo.
Mi matizado rostro se
convierte
en ancla de opresión
y temor;
y las escaleras de mi
sala se convierten
en el soporte de tu machismo.
Dios no recibe mis
peticiones de auxilio,
parece estar más de
tu lado.
Sin embargo, ruego a
Él, si es que existe;
hacerse cargo de mis
dolencias,
que con mis lágrimas
ya he lavado mis culpas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario