En las baldosas irregulares de la amplia acera
yacía el hombre,
sin sangre, sin respiro; desnuda la vida.
yacía el hombre,
sin sangre, sin respiro; desnuda la vida.
El hombre del mantón oscuro caminaba impertérrito a pocos pasos, sin apuro.
Yo; observaba desde una ventana su impávido andar, o desde un túnel(?)
Eliéser Wilian Ojeda montiel
Derechos reservados
Derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario