Pensamientos, sentencias, aforismos y metáforas de mi intelecto
La experiencia no consiste
en lo que se ha vivido,
sino
en lo que se ha reflexionado.
José
María de Pereda (1833-1906).
Cómo explicar lo que ocurre en la mente entre ese enmarañado de neuronas, dendritas y el cúmulo de conocimientos, como acervo cultural de carácter intelectivo.
Quiero decir, si no divago, en la formación y estructuración de una cognición a manera de depósito o almacén por departamento, disponible como recurso en los momentos de escritura creativa presentándose al consciente de quien escribe, como notificación de aumento en el cupo de crédito letrado de manera directa e inmediata por el buen uso, como cliente erudito del intelecto.Pero, por otro lado, tal parece que nuestra cognición realiza un alambicado
de nuestro consumo visual lector para luego producir una “síntesis social”,
como “deuda social”, asimismo en cónsona resonancia con intelectuales remotos y
presentes de quienes nos hemos venido nutriendo en nuestra formación en una
cultural de literacidad constante; disponible a la carta despachada en bandeja
de plata para el deguste de nuestro paladar cognitivo y el mensaje: Por cuenta
de “La Casa Intelectiva”. “La casa invita”.
Ello podría ser análogo de momentos incomparables y muy singulares de
repetición continua posible, de ocurrencia en el tiempo, como oportunidad de
disfrute particular, especial que se nos presenta de forma recursiva en nuestros
actos de escritura artística y en el arte en general.
Eso solo se lo pierde quien no hace un uso cotidiano y formativo de un
pensamiento crítico y liberador de su cognición y su intelecto, pues de otra
manera se perdería para siempre.
Este preámbulo es una justificación de lo que ahora inserto. Síntesis de
lo que en mi cerebro ocurre, como epifenómeno especial de esa actividad intelectual
brotada de mi cerebro. Helas aquí:
1.
Al
escribir, saltamos al pasado queriendo recobrar lo perdido. Al hacerlo, solemos
ver un presente despojado de ripios de una conciencia en formación.
2.
La
insolidaridad un día te reclamará la repulsa congénita en la frontera de tu
vida.
3.
Yo
vine a este mundo en búsqueda de la verdad, y la conseguí en el espíritu de las
letras. Ellas encierran la controversia del hombre y la afirmación de su “Yo”.
4.
La
mente del hombre es un lujo tenerla solo como desperdicio de una bombilla que no
alumbre.
5.
No
somos uno, somos la versatilidad del devenir.
6.
La
vejez feliz es el costo de una juventud sana.
7.
Formemos
el hábito lector en el niño para que no sufra el intelecto del hombre.
8.
La
cita en el ensayo es como la mejor fragancia en el vestir, distingue el carácter
de quien la usa.
9.
La
cita en el ensayo es una fragancia exquisita que perfuma la obra.
10.
La
lectura asidua poliniza nuestras ideas y pensamientos.
11.
Si no
contáramos con una crónica de nuestro lugar de origen, tal vez careceríamos de
identidad e idiosincrasia.
12.
La
estética del texto no está en un canon inalterable, está en la idiosincrasia de
una cultura particular. Es el reconocimiento a la lectura de un solaz
esparcimiento.
13.
Aunque los amigos se distancien por factores no
imputables a su amistad e hibernen en el silencio; su vínculo permanece indemne.
(Ewo, Montiel)
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