Homo faber
Homo faber
suae quisque fortunae
(cada persona es el artífice
de su propio
destino).
Appius Claudius
Caecus
(340 a. C, -273 a. C).
No hay mundo en tanto la presencia del hombre no exista. Es él quien otorga
su fundación en el tiempo y permanencia de rastro humano.Vivir en otro entorno planetario implica la no repetición de errores terrestres
para una sociedad espacial futura seleccionada. La tierra sólo sería la experiencia previa necesaria para la conquista de los confines del Universo y su colonización más adecuada.El hombre
está, ahora, en la gloria de su conocimiento, de su desarrollo científico
tecnológico. Solo falta para alcanzar su deidad antropológica desarrollo
espiritual y solidaridad sin resquicios religiosos.
Eliéser Wilian Ojeda Montiel
(EWO, Montiel).
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